domingo, 10 de abril de 2011

Ritos y cábalas en el fútbol panameño.


Las supersticiones y el fútbol han estado ligados entre sí, durante toda su historia.
Dar tres saltos antes de entrar a la cancha, persignarse y hasta utilizar siempre la misma ropa interior para cada encuentro, forma parte de la cultura de este deporte.
Las famosas cábalas, suelen verse con frecuencia en países de primer nivel, como en los europeos y sudamericanos, pero... ¿existirán este tipo de costumbres en los jugadores panameños?,  pues claro que sí. Los jugadores del plano local incluyen dentro de su rutina pre-partido, practicar algún tipo de ritual, que para ellos significa un elemento esencial en función de su máximo rendimiento.
Saltos y entrada. Para muchos, entrar al engramado es cuestión de rutina, sin embargo, para otros, esto forma parte de un proceso que puede incidir directamente con su accionar a lo largo de los 90 minutos.
Julio Medina III dice: "Antes de entrar al campo siempre doy tres saltos e ingreso con el pie derecho por delante". Pero el popular "Puchito" no es el único que lleva a cabo tal práctica. Andrés Santamaría del Árabe Unido también comparte este hábito.
Al igual que Medina y Santamaría, Ricardo Romero del Chepo tiene como costumbre la entrada con el pie derecho, mas el defensor le agrega una variante: "Yo entro a la cancha saltando sobre el pie derecho y persignándome al mismo tiempo".
El argentino Matias Bernal, ex jugador del  Tauro comparte la cábala antes mencionada, solo que este ingresa con el pie izquierdo al engramado. Manuel Mosquera (Atlético Veragüense) también entra con el pie izquierdo, pero este lo hace dando tres saltos y haciendo la señal del crucifijo en el mismo número de ocasiones.
Más espirituales. Hay quienes optan por usar cábalas de carácter religioso.
Antes de cada encuentro, Luis Rentería se sienta en el camerino, se concentra y con una foto en su mano pide a Dios que le vaya bien en el juego.
La imagen que utiliza el popular "Matagatos" para este ritual tiene un significado muy especial para él. "Yo me siento solo en el camerino y, mientras le pido al Señor que me vaya bien, porto en mi mano la foto de una amigo de la infancia que falleció hace seis".
Igualmente, Eduardo Dasent, tiene una cábala muy peculiar. En su brazo derecho tiene tatuado el nombre de su hija Eliany, por la que siempre pide ante de los cotejos, "esto es algo que siempre me da suerte" comentó Dasent.
Carlos Rodríguez por su parte se arrodilla en el campo y clama al Señor. Este acto lo emula en parte Orlando Rodríguez y Paul Roderick, quienes levantan las manos y le piden a Dios que los ayude.
Un poco más extremista -si se quiere llamar asi- es Christian Vega, volante del Sporting.
El medio campista de origen chitreano tiene varias cábalas, como cortarse el cabello siempre un día antes del partido, o el usar un vendaje rojo. Pero también ejecuta una cábala bastante religiosa: "En mi cuarto tengo un estante con una Biblia y una Virgencita. Un día antes de cada partido coloco mis artículos deportivos sobre el estante, justo al lado de la Biblia y la Virgen".
¿Y los tacos?  El rumano Adrian Mutu, quien ha militado en equipos como el Chelsea y Fiorentina, tenía una cábala muy peculiar: siempre utilizaba la misma ropa interior (confiamos que previo paso por la lavadora...).
Guardando las distancias, el "taurino" Jean McClean emula este acto. El mediocentro nos confesó que si ganan un partido, el utiliza, no solo la misma ropa interior, sino también las mismas espinilleras (algo que hacía Joe Terry), pero sobre todo, no cambia ni lava sus tacos.
Gerardo Barrios, jugador del Chepo FC lleva a cabo una peculiaridad con sus botines, y se trata de que amarra al revés los cordones de los mismos antes de jugar(es decir, el nudo va a la inversa de como se usa normalmente); esto le da suerte.
Por último, Johan Melo dice usar un solo para de guayos para los partidos, los cuales nunca cambia durante la temporada.
Hay familiares. Hay jugadores para quienes sus familiares son indispensables a la hora de jugar.
Luis "Popochín" Jaramillo cumple con una ceremonia que no puede fallar. "Siempre tengo que hablar con mi abuelita antes de jugar. Cuando no lo hago, no me siento el mismo dentro de la cancha; no rindo igual".
Para Julian Martínez, delantero colombiano del Atlético Chiriquí, es habitual jugar con un suéter blanco con la imagen de su sobrino, la cual usa por debajo de su casaca de juego. El atacante cafetero menciona que esto es una costumbre que tiene de hace mucho tiempo.

Otras curiosas.  El ex jugador chileno Iván Zamorano acostumbraba a jugar con una venda blanca en la muñeca derecha. No se trataba de una lesión incurable, sino una cábala que nació en el Saint Gallen de Suiza cuando tuvo una molestia en dicha zona y para seguridad le pusieron una protección de ese color. Aquel día hizo tres goles. Ya nunca se quitó el vendaje.
Un jugador del plano local practica una cábala parecida a la de Zamorano; hablamos de José Justavino.
El popular "Gato" enrolla alrededor de su dedo de la mano un pequeño vendaje. Esta ha sido una marca registrada por Justavino desde hace mucho tiempo atrás en el fútbol nacional.
Y las inombrables también existen. Aquí no acaba todo. Existen otro tipo de cábalas hasta un poco graciosas. Los protagonistas de las mismas nos las mencionaremos pero por petición de ellos, no mencionaremos sus nombres.
Hay futbolistas que no pueden salir a jugar sin antes ir al baño, y no precisamente a orinar o a bañarse (je,je, ya se pueden imaginar a que). Otros más supersticiosos ni se bañan.

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